Mediante una nota de La Nación, llegué a un informe realizado por Nueva Mayoría. En el informe se analiza el comportamiento del Senado al momento de votar las políticas públicas. La idea central del documento es en varias votaciones, como por ejemplo estatización de las AFJP y prórroga del impuesto al cheque, muchos "senadores pueden estar votando incluso contra los intereses de las mismas provincias que representan, en su afán de acompañar al oficialismo sin cuestionamientos".
Es verdad que los senadores deberían representar los intereses de las provincias, pero también es cierto que para algo sirven los bloques y la disciplina partidaria. Votar 'sin cuestionar' dos de las políticas públicas del año, no es un síntoma de falta de amor por la provincia sino una muestra de lealtad hacia el PE.
Rosendo Fraga sospecha que "negociaciones poco transparentes entre el Ejecutivo y determinados gobernadores hace que estos hagan que sus senadores voten en contra del principio federal, porque a cambio recibirán determinados beneficios para la provincia". Las negociaciones entre niveles de gobierno son parte de cualquier sistema federal, pueden ser más o menos transparentes, pero claramente muchos gobernadores pueden conseguir más beneficios por fondos específicos u obras públicas que los que les daría el aumento en la coparticipación.
Rosendo cierra el artículo diciendo que los tipos se pueden dar el lujo de votar así porque los ciudadanos no miran cómo votan sus legisladores. En parte es verdad, cuando la opinión pública está mirando, los legisladores son más cuidadosos con su voto (nada más claro que el ejemplo de la 125). Pero por otro lado, cuantos ciudadanos saben quién es su legislador!? si ni les importa saber quién es su representante en el Congreso, menos van a querer perder el tiempo viendo cómo los representa. A esta falta de interes del ciudadano se le suma los incentivos que da el sistema electoral, el cual fomenta a los legisladores a ser más leales al líder que los puso en la lista (ya sea el gobernador, el presidente o algún referente partidario local o nacional) que al ciudadano que los vota.
Finalmente, lo que nunca hay que perder de vista cuando se habla de legislación es que para tener una ley se necesita el acuerdo de 3 actores. Aún cuando los senadores quieran aumentar la coparticipación, deben conseguir que esa propuesta sea apoyada por diputados y lograr que el PE no la vete. Después de todo, no tener ninguna ley quizás es una solución peor a tener una legislación que coparticipe una porción menor a la deseada de un impuesto.
Es verdad que los senadores deberían representar los intereses de las provincias, pero también es cierto que para algo sirven los bloques y la disciplina partidaria. Votar 'sin cuestionar' dos de las políticas públicas del año, no es un síntoma de falta de amor por la provincia sino una muestra de lealtad hacia el PE.
Rosendo Fraga sospecha que "negociaciones poco transparentes entre el Ejecutivo y determinados gobernadores hace que estos hagan que sus senadores voten en contra del principio federal, porque a cambio recibirán determinados beneficios para la provincia". Las negociaciones entre niveles de gobierno son parte de cualquier sistema federal, pueden ser más o menos transparentes, pero claramente muchos gobernadores pueden conseguir más beneficios por fondos específicos u obras públicas que los que les daría el aumento en la coparticipación.
Rosendo cierra el artículo diciendo que los tipos se pueden dar el lujo de votar así porque los ciudadanos no miran cómo votan sus legisladores. En parte es verdad, cuando la opinión pública está mirando, los legisladores son más cuidadosos con su voto (nada más claro que el ejemplo de la 125). Pero por otro lado, cuantos ciudadanos saben quién es su legislador!? si ni les importa saber quién es su representante en el Congreso, menos van a querer perder el tiempo viendo cómo los representa. A esta falta de interes del ciudadano se le suma los incentivos que da el sistema electoral, el cual fomenta a los legisladores a ser más leales al líder que los puso en la lista (ya sea el gobernador, el presidente o algún referente partidario local o nacional) que al ciudadano que los vota.
Finalmente, lo que nunca hay que perder de vista cuando se habla de legislación es que para tener una ley se necesita el acuerdo de 3 actores. Aún cuando los senadores quieran aumentar la coparticipación, deben conseguir que esa propuesta sea apoyada por diputados y lograr que el PE no la vete. Después de todo, no tener ninguna ley quizás es una solución peor a tener una legislación que coparticipe una porción menor a la deseada de un impuesto.
3 comentarios:
Es verdad que los senadores deberían representar los intereses de las provincias...
Yo no tengo tan claro qué intereses deberían representar. Primero, dudo mucho que exista algo como "los intereses de las provincias" sino múltiples intereses encontrados en cada provincia, de la misma manera que no existen razones de Estado (i know, usted no lo dijo sino la nota, pero usted lo está legitimando). A tal punto no existe tal unicidad, que la reforma del '94 introdujo el senador por la minoría, en lo cual el legislador presupone multiplicidad de intereses locales.
Y, segundo, porque aún dando por bueno que tal cosa existiera (y fuera sencillo determinarlos, lo cual también es bastante dudoso), tales intereses estarán en tensión con otros situados sobre otros ejes diferentes del cleavage nación-provincias. ¿Por qué a priori unos deberían primar sobre otros? ¿Sólo porque la constitución dice que las provincias están representadas en paridad?
Concuerdo con el análisis, pero creo que parte de un dislate de RF, que en su pasión opositora vaticina derrotas seguras o, como en este caso, explica la (supuesta) traición de la voluntad popular provincial por la perfidia y la corrupción kirchnerista.
No le parece?
Aureliano, comparto el punto de la multiplicidad de intereses. En verdad yo no me quería referir a eso sino a que la base de representación de los senadores es la provincia. En función de ello, podría parecer necesario que un tipo que representa a un cacho de tierra haga lo posible por llevar más plata hacia ese lugar. Claramente pensar sólo en esos términos es no tener en cuenta que las negociaciones son multidimensionales y que la base de representación no es el único incentivo que guía el accionar de los legisladores.
Hace más de un año, Zelaznik me preguntó si los datos que yo usaba en un trabajo realmente producían las conclusiones o si yo los había torturado para que dijeran lo que yo quería. Me pareció maravillosa la frase! (por suerte me pude defender y demostrar que fue solo una apretadita, no una tortura) Los datos son manipulables y si RF es opositor va a torturarlos para que muestren lo que él quiere decir...no lo culpo, yo tambien lo hago!
Las burradas de periodistas ya nos cansan bastante, ¿no? Y las burradas de periodistas que pretenden tener una base "científica", todavía más. Cualquier cosa con olorcito opositor se da por buena, por más que tanto el "estudio" de RF como su conclusión son dolorosamente perogrullescos.
Al final, uno por pasa por oficialista a ultranza cuando de lo que se trata es que se discuta con cierto fundamento.
¡Feliz año!
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