El 2010 me encontró intentando retomar mi tesis. Leyendo las cosas que armé en algún momento del 2009 encontré estos párrafos:
Y qué pasa con la oposición? Comparto la idea que sostienen estos amiguitos, es esperable que los bloques de la oposición se mantengan unidos. Ser leal ahora es LA estrategia para los legisladores, en particular si aspiran a tener un mejor puesto con el recambio de gobierno. De todas formas, como decía hace un tiempo, la necesidad de los opositores de diferenciarse entre sí y las pujas que van a surgir al interior de los partidos en vistas a la interna puede favorecer al gobierno...aunque si el gobierno va a perder adeptos a este ritmo, el 2010 va a estar más picante de lo que yo presuponía.
Si un gobierno atraviesa un buen momento, en términos económicos y de imagen, es esperable que el bloque oficialista se mantenga unido en la medida que pertenecer al gobierno otorga ventajas políticas y electorales. Lo mismo sucede al inicio del mandato de un presidente (Morgenstern, 2004). Sin embargo, ¿qué sucede con el bloque en momentos de crisis o hacia el final del mandato presidencial? En ambos momentos los costos de ser parte del grupo oficialista liderado por el presidente se incrementan y por ende hay incentivos para no cooperar. Si esto es así, no siempre es esperable que los bloques oficialistas apoyen el plan de gobierno del presidente.Algo de esto parece tener sentido en la realidad actual. Los incentivos de los oficialistas a quedarse pegados al núcleo K son cada vez menores. En los últimos días no se abrió solo Redrado, sino que Massa tira comentarios "despegadores" en todas las notas que puede. Cuanto más corra el año y más cerca esten las elecciones de 2011, uno podría esperar que más actores tomen esta actitud. Aun cuando esta puede ser la tendencia en tipos con cargos más o menos importantes que quieren proyectarse, qué va a pasar en el Congreso? esto se va a dar también ahí o los diputados/senadores están atados a otro tipo de lealtades que los obligan a mantenerse dentro del bloque k?
Sin embargo, según Morgenstern (2004) los opositores siempre tienen incentivos para mantenerse unidos. Él afirma que cuando al gobierno le va bien los opositores se unen para diferenciarse y ejercer cierta presión, mientras que cuando al presidente le va mal el incentivo a unirse es aún mayor en la medida que la prioridad del grupo es vencer al bloque mayoritario. El segundo argumento me resulta muy sólido, sin embargo el primero no es tan claro. Cuando a un gobierno le va bien, el presidente cuenta con vastos recursos (económicos y políticos) para conseguir no sólo mantener a su bloque unido sino también para “comprar” el apoyo de legisladores poco unidos al bloque opositor.
Y qué pasa con la oposición? Comparto la idea que sostienen estos amiguitos, es esperable que los bloques de la oposición se mantengan unidos. Ser leal ahora es LA estrategia para los legisladores, en particular si aspiran a tener un mejor puesto con el recambio de gobierno. De todas formas, como decía hace un tiempo, la necesidad de los opositores de diferenciarse entre sí y las pujas que van a surgir al interior de los partidos en vistas a la interna puede favorecer al gobierno...aunque si el gobierno va a perder adeptos a este ritmo, el 2010 va a estar más picante de lo que yo presuponía.
3 comentarios:
En relación al "despegue" del oficialismo, y más allá de las declaraciones, a mi me llama la atención el silencio varios legisladores oficialistas en la batalla del BCRA (Qué opina Filmus, por ejemplo?). Creo que la excusa de las vacaciones le ha venido bien a más de uno.
Che princesa algo de yuri que me puedas recomendar???
La verdad no creo que la oposición sea tan inteligente como para mantenerse unida, sin ofender a nadie, pero no lo creo. Saludos Princesa.
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