El diario del domingo siempre dispara ideas para postear algo. Ojeando el Clarín de ayer me topé con esta página:
El gran problema gran es que la creación del Parque implica la conformación de un gobierno conjunto entre las dos provincias involucradas, con la mano del Estado Nacional como garante último. Esta idea, aunque parece copada para cuidar el medioambiente se complica cuando se piensa en nuestro sistema federal.
Es claro que el gobierno nacional no tiene potestad para obligar a las provincias a realizar acciones coordinadas y tampoco está autorizado para determinar qué debe hacer una provincia con su territorio. Sin embargo las externalidades negativas producto de la contaminación y la ausencia de un marco regulatorio uniforme, parecen ser incentivos suficientes para intentar llevar a cabo algunas acciones tendientes a regularizar la situación interjurisdiccional.
Si por efecto místico los planetas se alinean y el proyecto se transforma en ley sin tener aceitados ámbitos de negociación entre los actores involucrados, piensan que va a ser posible ver algún cambio en esa zona cuasi anárquica?? yo creo que no.
8 comentarios:
yo tampoco, pero igual mucho no entendí. Soy medio nabo, vos sabés...
que copione´ lo´ de clarín!
ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
osobuquiandooooooooooooo
siestaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
abracitoh
Hola J!
ehhhhhhh Hola Fish!!! bienvenido! ehhhhhhh siesta!
No soy muy entendido, pero creo que hay ciudades muy lejanas de sus capitales provinciales (Carmen de Patagones, Cipoletti) que tienen problemas parecidos. En el primer caso, incluso, creo que hay una movida para secesionarse y pasarse a la provincia de al lado (que está cruzando un río de 20 mts de ancho...).
Urribarri debe temer que los 0 habitantes de esas islas quieran lo mismo.
Mire, Princesa, el gobierno nacional obligó a la provincia de Buenos Aires a ceder su capital histórica en pos de su federalización y establecimiento de la Capital Federal. Es decir, el Estado nacional sí puede forzar a las provincias a entregar territorio.
Usted me dirá: "pero por dios, qué comparación desproporcionada!" Es cierto, pero la desproporción de la que usted hablaría es la que existe entre la relevancia política de la aduana (en el s. xix) y de la protección del medio ambiente (hoy). Y esto no es un juicio de valor, sólo una observación.
En el caso que la preservación del medio ambiente (combinada con otros temas clave en el delta, como uso del curso fluvial, seguridad, eventualmente narcotráfico, etc.) se transforme en un issue relevante, el Estado nacional puede encontrar mecanismos para quebrar la resistencia de las provincias, sin necesidad de una victoria militar como ocurrió en 1879. ¿No le parece?
buen post!
saludos
Criador, no conocía ese dato. Igual por el tono de la solicitada me da la impresión que la bronca del gobernador es una muestra más de lo calentita que está la interna K.
Aureliano, tiene razón. En casos extremos el gobierno nacional puede hacerse cargo de ciertos territorios, pero para q esa acción sea legalmente válida debería estar acompañada por una ley avalada por los legisladores q después de todo representan al pueblo de esas provincias involucradas.
Sin embargo en este caso no me parece q el gobierno nacional se quiera hacer cargo directamente de la región del delta. El gobierno nacional está invitando a las provincias a realizar un gobierno conjunto en la zona del delta, el cual podría delegar algunas funciones al gobierno nacional pero no necesariamente. (Ya voy a armar algún post sobre delegación)
Besos!!
Lo raro de todo es que no basta con la Ley del Congreso, también tiene que haber una ley de la Legislatura Entrerriana cediendo la jurisdicción.
O sea que si Entre Ríos no quiere, no va a pasar nunca eso.
Así que el tenor de la solicitada parece, sí, tener un tufillo a maniobra o pase de facturas.
Exacto. Desde una mirada de politólogo, la necesidad de ley nacional + leyes provinciales de todas las provincias involucradas, significa introducir una gran cantidad de "veto players". Precisamente, la Constitución del '53 intentó de esa forma preservar la integridad de las provincias ante un gobierno federal potencialmente centralizador.
Sin embargo, mi punto es que ante un issue políticamente clave, la convergencia de una fuerte y cohesionada decisión nacional y la posibilidad de aprovechar divisiones en la arena provincial; pueden torcer el brazo de las provincias.
Ahora bien, ninguno de estos elementos parece estar dado en este caso, por lo cual tiendo a coincidir con Gustavo en que esto es una barrileteada de un gobernador que tiene bastantes problemas.
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